Auto-competir para auto-superarte

La línea de partida en la carrera hacia la propia superación personal es el presente. Todo esfuerzo debe hacerse en función de lo que se es hoy y este es el punto de referencia para saber si se ha mejorado o no.

Esta es la clave del competir consigo mismo para alcanzar la auto-superación: no es necesario un factor externo que propulse el cambio hacia mejor, toda la responsabilidad y la acción se realiza para ser mejores versiones de nosotros mismos. Esto permite fijarnos estándares propios, adaptados a nuestros deseos y virtudes para la mejoría, a la vez que nos protegemos de importar las expectativas de la sociedad a nuestras vidas (vivir para complacer a los demás), actitud por demás muy poco beneficiosa para el crecimiento personal.  

Las cosas hay que salir a buscarlas

Nadie va a conseguir ser mejor persona sin salir de su zona de confort. Toda aspiración implica salir a buscarla, implica cambios de hábitos, de comportamientos y de costumbres. La zona de confort es el entorno en el que nos desarrollamos habitualmente, lo que siempre hacemos y no queremos cambiar voluntariamente. Con mayor profundidad, en coaching se establecen tres áreas: la zona de miedo, la zona de aprendizaje y, más allá, están los sueños y las grandes aspiraciones. Una salida progresiva, pero segura, de la zona de confort es clave para alcanzar el éxito. En este sentido, se precisa minimizar la lástima hacia sí mismo u otras actitudes de víctima y asumir la responsabilidad por el bienestar propio. 

El mayor obstáculo eres tú mismo

Si necesita ver al más grande enemigo para sus sueños y aspiraciones, párese delante de un espejo. Si bien las circunstancias pueden ser un condicionante importante, lo cierto es que, como dice Sartre: “Lo importante no es lo que han hecho de nosotros, sino lo que hacemos con lo que han hecho de nosotros”. Las principales piedras en el camino son puestas por nosotros y es necesario, de una vez por todas, asumir una actitud responsable de nuestra libertad plena y empezar a desarrollar la mejor versión posible de nosotros. Después de todo, tenemos una sola vida y no vale la pena vivirla a medias.