La dependencia viene ligada a la baja autoestima, incapacidad de tomar decisiones y por carencia, o abundancia afectiva. Se puede tratar de una dependencia emocional, monetaria, o psicológica que involucra a otra persona. Esta relación de dependencia, solo genera disputas, malos entendidos, violencia y baja autoestima. La situación es tóxica para ambas personas y en la mayoría de los casos tiene resultados muy desastrosos.
Para quitar el freno de la dependencia de tu vida, es necesario mucho apoyo disposición personal. Te mostraremos unos consejos que pueden ser útiles para superar esta difícil situación:
Consejo uno: aprende de ti
Ve a un parque, a una biblioteca, enciérrate en tu habitación, o sal al jardín con una libreta y ponte a escribir sobre ti. Al principio será complicado, pero poco a poco verás las frases formarse sobre el papel. Pregúntate ¿quién eres? ¿Qué te gusta? ¿Qué no te gusta? ¿Cuáles son tus sueños, tus virtudes, tus defectos, tus destrezas y debilidades? Explórate y saca fuerza de ellos. Inicia el proceso de reencontrarte contigo mismo. No invites a nadie, ni a tu novio, ni a tus padres, ni a tus mejores amigos, hazlo en soledad.
Consejo dos: aléjate de las conductas tóxicas
La violencia, la minimización de tus cualidades, o el hostigamiento son maltrato; si esto te pasa, aléjate y corta de raíz. Al ver tu estado vulnerable intentarán aprovecharse de tus debilidades y hacer que tu proceso de recuperación de autoestima mucho más lento.
Consejo tres: súmate a actividades
Para cortar con la dependencia lo primero es impulsar tus sueños, metas y objetivos inmediatos. Activa tu cuerpo y tu mente y fomenta tu independencia. Estar en un ambiente nuevo, con personas diferentes es esencial para trabajar la desvinculación emocional hacia otra (s) persona (s). ¡Toma el timón de tu vida y de tus decisiones!
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