LOS SERES MILAGROSOS


Los “milagros” sólo pueden aparecer en los seres espirituales. Los que creen y llegan a descubrir en algún momento de sus vidas que su fuerza interior proviene de la energía de Dios, que está en ellos, son  los que pueden llegar a conocer la felicidad plena, es como si fuera un premio por recurrir a algo que siempre estuvo allí dormido, quizás parezca extraño, pero eso funciona así.

Un ser milagroso es capaz de imaginar para sí mismo una realidad llena de prosperidad, lo más curioso es que este estado de espiritualidad no implica pedir nada, al contrario es en ese estado donde uno busca más dar que recibir, y sin embargo es cuando más empiezan a llegar los símbolos de la prosperidad a nosotros tal como si tuviéramos un imán que atrae todo lo positivo.

 

Las personas que se convierten en seres espirituales tienen la gran ventaja de que pueden acceder mediante una entrega plena y con mayores posibilidades a una salud física ideal, y una gran estabilidad emocional por su capacidad para liberarse de fobias, temores o adicciones.

 

Si el común de las personas que son “no espirituales” pudieran darse cuenta de la gran ventaja que representa convertirse en un  ser espiritual, no dudarían en poner el empeño y esfuerzo suficiente para entregarse a ese proceso. ¿Pero cómo se darán cuenta? Para ello se requiere buscar constantemente respuestas a nuestra existencia, ser perseverante en ello, y además algo que queda claro para pensar en el cambio es un requisito indispensable: tener una fuerte motivación.

 

Como se dijo una de las claves para el cambio es una fuerte motivación, un objetivo que nos haya parecido irrealizable, esas ansias de sentirse realizado por medio de conseguir algo. Un objetivo largamente anhelado puede ser el justo estímulo para que pongamos en marcha toda la maquinaria de cambio en los pensamientos, y de paso se acceda al verdadero poder personal que es mágico y espiritual.

Entréguese al proceso de cambio y aparecerán los milagros. En absoluto vaya a pensar que esto que decimos son sólo palabras para adornar el texto. Son miles y miles de casos de personas que en diferentes grados transformaron su vida, sólo por el hecho de ser audaces, de atreverse a explorar lo desconocido en el campo espiritual, por tener las agallas de ir en busca de sus sueños. No tema  más a los miedos del pasado y conscientemente limpie de basura mental todo ese subconsciente que está encubierto, curemos a nuestro genio creador llamado subconsciente y mediante él llegaremos a nuestra alma. Finalmente es allí donde radica toda nuestra energía vital.        

 

La felicidad, la magia en nuestra vida no es en sí, el objetivo trazado, no es el lugar señalado, ellos son como ya se dijo los motores que impulsan nuestros sueños; los objetivos son medios para llegar a nosotros mismos, a nuestro yo interior que es el supremo hacedor de magia en nuestras vidas, magia que se expresa cuando la felicidad la encontramos en el camino que vamos recorriendo, en ese andar incesante sin prisa pero sin pausa, en ese andar que recoge  a cada paso experiencias, que salta los obstáculos aprendiendo las lecciones sin despegar la mirada de la meta. Cuando se disfruta de ese recorrido que es el proceso, estamos haciendo magia y nos convertimos en seres milagrosos.

 

Solo los seres milagrosos son capaces a cada momento de hacer “milagros “por doquier, es decir, hacen realidad esos sueños que parecen imposibles a otros y que en algún momento incluso a ellos mismos les pareció una utopía.  

 

 

MARDAM

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