LA AUTOESTIMA BIEN ENTENDIDA


Dentro del enfoque correcto de los pensamientos, lo ideal y realmente  inteligente es que cada persona se considere a sí misma como la más bello del Universo, y no solo hablando de lo espiritual, y mental sino incluido lo físico.

 

 

Lo que mencionamos está referido a una alta autoestima que no debe ser confundida con egocentrismo.  La autoestima implica quererse a sí mismo, a la autovaloración tan importante para evolucionar como ser humano. El reconocimiento propio de las capacidades y talentos que se poseen para sentir confianza  y seguridad en cada acción que se ejecuta.

 

 

El egocentrismo  en cambio, es la distorsión de la autoestima, la persona egocéntrica nubla su entendimiento y tiene una falsa visión de las cosas. La autoestima real no está inflada por el ego ni por el desprecio a los demás. Èl que se cree superior y para demostrarlo no tiene reparos en hacer daño al prójimo es una persona de pocos valores que tiene una falsa autoestima que utiliza permanentemente su máscara de apariencia que cubre sus complejos y taras.

 

Ni el narcisismo, ni la plata ni esa “belleza” que lo sociedad exalta bobamente pueden cubrir la baja autoestima que tienen estas personas. Es engañarse pensar que se tiene todo cuando se está en consonancia solo con lo material y no con lo espiritual.

  

Sentirse bien consigo mismo es algo genuino cuando parte del conocimiento interior, jamás puede ser auténtico si está referido al mundo de las apariencias. En lo referido al cuerpo físico, la persona con verdadera autoestima entiende que las etiquetas de la sociedad son algo que no puede guiar su vida, allá aquellos que quieran vivir con sus stickers  de “feos”, “bellos”, “altos”, “bajos”, “ricos”, “pobres”, etc.

Cómo es posible que los seres humanos después de tantos siglos de conocimiento no hayamos podido entender que la "belleza" que la sociedad impone no es realmente belleza.

 

Muchos grupos sociales en la antigüedad proyectaron a la nueva prole su información genética  contaminando la mente de generaciones enteras ¿Habrán sido los hebreos, los judíos, los romanos, los egipcios? quien sabe pero al margen de quien haya sido, la idea de marcar desigualdades entre los seres humanos por cuestiones, por ejemplo de simetría facial es la mayor estupidez aceptada por el ser humano que por mucho supera y opaca a los grandes inventos y construcciones piramidales producto del talento humano.

 

En la actualidad esa idea de iconos de estupidez prevalecen muchas veces abriendo puertas en distintos campos a personas egocéntricas que son en realidad como ya se dijo personas de baja autoestima. ,

 

Empecemos a querernos un poco más pero genuinamente,  lo verdaderamente bello en nosotros parte de nuestro conocimiento interior y no tiene en absoluto que ver con babosadas  de personajes mediáticos.

 

La autoestima bien entendida implica independencia de ideas, actos y hábitos que no afectan a nadie. Es valorarse sin despreciar a nadie. Significa  aprender a ver lo bellos que somos interiormente, proyectándolo  hacia afuera con toda naturalidad y neutralizando el concepto de  falsa "belleza" que reproducen los medios y en general la sociedad.

 

 

MARDAM.

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