ANDREW CARNEGIE
El industrial, empresario y filántropo Andrew Carnegie nació en Dunfermlineine, Escocia, el 25 de noviembre de 1835. Su padre era un tejedor, que emigró con su familia a los Estados Unidos en 1848 y estableció su hogar en Allegheny, Pennsylvania.
A la edad de trece años, Carnegie comenzó a trabajar como embobinador en una fábrica de algodón. Luego continuó desempeñándose en distintas labores en la Unión Occidental y el Ferrocarril de Pennsylvania.
En 1865, decidió establecer sus propias empresas de negocio y eventualmente organizó el Carnegie Steel Company, que lanzó la industria de acero en Pittsburgh.
Cumplidos sus 65 años de edad vendió la compañía a J. P. Morgan por la cantidad de $480 millones y dedicó el resto de su vida a sus actividades filantrópicas y la literatura, incluyendo su autobiografía.
Durante el curso de su vida, Carnegie donó sobre $350 millones. Murió en Lenox, Massachusetts, el 11 de agosto de 1919.
FRASES DE ANDREW CARNEGIE
"El precio de la perfección es la práctica constante"
“La gente que no es capaz de motivarse a sí misma debe conformarse con la mediocridad”
“Es necesaria la nobleza y el autocontrol para comprender y perdonar”
“Un rey es un insulto para todos los demás hombres del país”
“El hombre sabio pone todos los huevos en el mismo cesto y vigila el cesto”
“El hombre que adquiere la habilidad de tomar total posesión de su mente puede tomar posesión de cualquier cosa”
“La diplomacia es el arte de conseguir que los demás hagan con gusto lo que uno desea que hagan.”
“Uno de los secretos del éxito empresario consiste no en hacer uno mismo el trabajo, sino en reconocer al hombre apropiado para hacerlo”
"Toda idea que se tenga en mente ya sea temida o venerada comenzará a revestirse de las formas físicas más convenientes y apropiadas posible."
“Piense en usted como en el umbral de un éxito sin precedentes. Un conjunto, claro, la vida gloriosa que os espera. Lograr! Lograr!”
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