SALIR DE LA ZONA DE CONFORT Y APRENDER


Los cambios generan  miedo, incertidumbre, inseguridad y también enormes flujos de aprendizaje. La comodidad se vuelve cotidiana y establece una clara rutina, que nos mantiene “seguros” y blindados ante las transformaciones y el peligro. A este espacio de comodidad se conoce como zona de confort.

 

La zona de confort no necesariamente es mala, pues la idea tampoco es convertirse en un “adicto a los cambios”, pero si esta se prolonga en el tiempo, puede aislar a la persona de la experiencia de adquirir nuevos conocimientos, a través de la experimentación, la capacidad de autoevaluación y reinvención. Es importante conocer la mejor manera de salir de este contexto seguro.

 

 

 

 

¿Por qué no queremos salir de la zona de confort?

 

-Miedo a lo que no se conoce y a los cambios.

-Miedo a fallar.

-Poco entusiasmo por hacer algo nuevo.

-No creemos ser capaces (baja autoestima o inseguridad).

-Temor a decepcionarse, o decepcionar a los demás.

 

¿Por qué deberíamos salir de ella?

 

Para adquirir experiencia, aprendizaje, salir de la rutina, conocer nuevas personas, descubrir virtudes y defectos de uno mismo.

 

¿Cómo hacerlo?


-Ten la iniciativa, solo eso hace falta para empezar.

-No dejes que nadie guíe tu proceso, arriésgate.

-Haz algo que nunca hayas hecho, aunque sea pequeño.

-Si te sientes incapaz de seguir el proceso, empieza con pequeños cambios en tu rutina.

 

-El personaje protagónico de la película, Un zoológico en casa, tiene un mantra que lo impulsa a arriesgarse a grandes recompensas y reza: “solo necesitas 20 segundos de coraje irracional y te prometo que obtendrás algo fantástico”. Simplemente ¡hazlo!

 

-Aprende a escuchar a los demás.

 

-Encuentra un compañero. Si alguien cercano está en el mismo proceso lo mejor es establecer una alianza.

 

El tiempo que demores en salir de tu zona de confort dependerá de ti; así como lo bueno o lo malo que salga de la experiencia.

 

 

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