Las rutinas no siempre tiene que ser aburridas, pues está en nosotros mismo hacer que cada día sea diferente aunque sea en mínimos detalles. No dejes que el día a día te abrume y te agobie, al contrario afróntalos con la mejor disposición, la mejor energía y verás que las buenas vibras te rodearán siempre.
Muchas veces, por el hecho de estar sumergidos en la monotonía dejamos pasar por alto pequeños detalles de la vida, como un hermoso atardecer, la luna llena, el cumpleaños de un compañero, etc.
No puedes permitirte que la rutina haga que descuides tu entorno social y personal, pues aunque no lo creas los momentos de esparcimiento son necesarios para el ser humano y más que todo para que rinda con eficacia en el área laboral. Recuerda que la vida se compone de pequeños momentos que una vez que pasan ya no hay vuelta atrás, no esperes que sea muy tarde para darte cuenta de ello.
Empieza con cosas simples como variar tus comidas, a veces comer tu desayuno favorito puede hacerte empezar el día feliz, degustar un helado o un chocolate caliente en la tarde, o cosas así por el estilo, el punto es que disfrutes y te sientas bien contigo mismo.
No te enfoques en querer revivir o tener grandes experiencias, no está mal, pero el hecho de tener la concentración en eso hace que te pierdas los pequeños detalles. Además, mientras esperas que eso pase no te das cuenta que la vida se te está pasando y después no podrás recuperar el tiempo.
El momento es ahora, así que toma la decisión de hacer un cambio y dejarte llevar por esos pequeños placeres de la vida, que al sumarlos todos te darás cuenta que tienes la experiencia más grande del mundo: VIVIR.
