Parte de buscar la paz interior, tu maestro interior, consiste en el aprendizaje respecto a escucharse a si mismo, cuando se practica la meditación y relajación, se tiene la oportunidad de hablar con el propio ser y escuchar lo que esa voz interior nos dice.

La voz interior nunca se equivoca, está consciente de todo en el subconsciente, todo lo percibe, lo guarda, lo procesa y le saca conclusiones. Dentro de ti vive un maestro, esa voz que te habla desde lo más profundo de tu ser, que al parecer es como un “otro yo” que todos tenemos, muchos le llamamos consciencia, pero en realidad se trata del alma, el espíritu, el maestro del comportamiento, conducta y ordenador del pensamiento, las emociones y el principal evaluador y castigador.

Tal como lo hace un maestro, se alimenta del saber para poder enseñar, todo lo que aprendes del entorno y de tus semejantes, ese maestro interno lo sintetiza y obtiene un aprendizaje, la información se guarda como en un disco duro dentro del ser, para esperar la oportunidad de ponértelo en frente y darte también las herramientas para que lo puedas aprovechar. Pero no es únicamente un ser interno que te enseña, también te juzga, señala tus faltas y cuando la equivocación es grande, también te castiga. Es lo que llamamos “culpa”, es lo que llamamos autoevaluación y que ponemos en práctica pocas veces en la vida.

Ir en contra de su maestro, degrada al individuo

Difícil es escuchar la voz interior, para ello es necesario aprender a discernir, que no es más que el proceso en el que entendemos lo que el ser nos quiere hacer ver, lo que en realidad se siente y se piensa, que no es siempre lo que se ejecuta. La mayor parte de nuestros fracasos en la vida se deben a que no analizamos interiormente lo que percibimos y le damos más crédito a las trampas de la mente que al razonamiento, esa cualidad única que nos hace tan diferentes a otros seres vivos inteligentes de este mundo.

El raciocinio, la capacidad de analizar y buscar la mejor alternativa para las situaciones, la opción más beneficiosa para la vida y para los demás, que no nos afecte, sino que nos engrandezca, esa parte del pensamiento humano que al parecer está casi oculta en un área inutilizada de la individualidad y la mente. Hay que hallar esa voz interior, aprender de ella y utilizar lo que nos enseña, como el alumno del maestro.

Para hallar la voz interior

La mejor forma de escuchar a ese maestro interior, es la meditación. Procesar en silencio y en soledad lo que se está recibiendo del entorno, analizar la información, el estímulo, la situación y las posibilidades. Internalizar para poder interpretar correctamente y luego tener una mejor perspectiva antes de exteriorizar y dar una respuesta.

Para percibir esa voz interior del maestro que vive siempre dentro de ti, recurre a la oración, concéntrate en aquello a lo que tengas fe, un ser supremo (Dios) a la propia fuerza, a las energías del universo entero, pero centrarse en que hay algo más poderoso dentro de ti mismo que te ayudará a discernir y encontrar la respuesta.