Este es el siglo de la sociedad virtual, donde los nuevos sistemas tecnológicos van de la mano con la realidad tangible, sirviendo de soporte de las relaciones sociales, las transacciones bancarias y el devenir rutinario del trabajo.
Esto quiere decir, que la ubicuidad de las tecnologías ha creado un mundo paralelo/digital que incide profunda y efectivamente en el mundo real; ese que percibimos con los sentidos.
Eso vale para los diferentes campos sociales, políticos y particularmente el económico. En este último caso, el trastrocamiento ha sido radical por decir lo menos.
Y es que en el campo de los negocios no se puede seguir creyendo que en lo referente al comercio (por nombrar un ejemplo que nos interese), se pueda seguir operando de las misma forma que un gerente de negocios de mediados del siglo XX. Lo que ha obligado a las empresas a adaptar sus procesos a esta nueva realidad.
Expertos en la materia aseguran sin asomo de dudas que toda persona que desee emprender o expandir un negocio debe atender los cambios que operan alrededor de este campo sino, de lo contrario, se quedarán rezagados y serán menos productivos.
Y es que el éxito de un negocio, acaso hoy más que nunca, depende del uso de las tecnologías de la información: el uso de aplicaciones y redes sociales para tener una mayor visibilidad y posicionamiento de las marcas del producto.
No obstante, el comercio y la forma de hacerlo exigen conocimientos muy distintos a los heredados por la tradición.
Cómo posicionar mi negocio en el mundo virtual
Hay una amplia gama de opciones tecnológicas con las que puede jugar para abrirse espacio y darse a conocer más allá del mundo físico. Y aquí le enumeraremos algunas de ellas:
Página Web: adquiera un dominio en la web que sirva como vitrina y vaso comunicante entre sus productos y sus clientes. Preferiblemente Wordpress.
Diseño y estrategia: procure tener en la página un diseño fresco que no sature la vista de los posibles cliente.
Generar confianza: Es vital que el cliente se sienta seguro de hacer una transacción electrónica en la página con sus tarjetas. De ahí que asesorarse sobre los mejores protocolos de seguridad no debe ser tema de discusión. Pues, el cliente no dudará en salirse del dominio cuando este le resulte poco seguro.
Asesoría: no obvie asesoría personalizada sobre cada uno de estos puntos, si así lo requiere.
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