LEONARDO DEL VECCHIO: LA VISION DE LA RIQUEZA


Leonardo Del Vecchio es un exitoso empresario italiano que alguna vez supo lo que es luchar desde abajo.

 

Durante la segunda guerra mundial, su madre viuda al no poder mantenerlos, los tuvo que enviar a él y a sus cuatro hermanos a un orfanato, por lo que podemos decir que su niñez no fue nada fácil.

 

Es durante su juventud donde comienza a escribir con mucho sacrificio su historia de éxito, que hasta nuestros días se sigue escribiendo

Conoce un poco más de la historia del hombre que alcanzó el éxito mundial con la ayuda de sus gafas visionarias.

 

Su juventud: el comienzo de todo

 

En los comienzos de su juventud, el joven Leonardo debe conformarse con trabajar como aprendiz en una fábrica de moldes para piezas de automóviles. Aquí, sin embargo, se interesó por su gran amor, hacia las gafas, debido a que la misma empresa producía monturas de gafas. 

 

Del Vecchio entiende que el potencial del sector se encuentra en Milán y realiza un curso, consiguiendo el diploma grabador, lo que le facilitaría mucho trabajar en el mismo. 

 

3 años más tarde, dio el paso decisivo: se muda a la provincia de Belluno, en la ciudad de Agordo. En 1958, allí mismo, abre una tienda que se ocupa exclusivamente de las monturas de gafas. 

 

El comienzo fue laborioso, pero dentro de unos años, en 1961, el mismo taller se convierte en Luxottica, haciendo aparecer por primera vez en el mercado la negociación de la venta de pequeñas piezas metálicas para gafas.

 

Luxottica: La empresa soñada

 

En estos años 60’, Luxottica inicialmente produce por cuenta de terceros. El punto de inflexión fue 1967, cuando la empresa mientras persigue una línea importante de la producción de las empresas más grandes en el servicio, se lanza en el mercado nacional con su propia marca (comienza a hacer frente a la producción de gafas en todas sus formas con el logotipo de la empresa).

 

En 1971, Luxottica se lanza de cabeza en la creación y comercialización de gafas terminadas. Este será el comienzo de la aventura exitosa que va a durar por décadas.

 

En la década de los 80’, Leonardo Del Vecchio conduce su compañía a los mercados extranjeros a partir de una internacionalización de la marca, que, en pocos años, se hace espacio en Europa y especialmente en los EE.UU. 

 

La próxima década es a las adquisiciones, debido a que Luxottica incorpora Ray-Ban, (la marca más querida de las gafas de sol y un símbolo de estatus real para los jóvenes durante más de 20 años). 

 

En 1999, Del Vecchio se une a la mayor distribuidora de tiendas al por menor óptico, LensCrafters, que también terminaría siendo adquirida por Luxottica.

 

La marca, que cotiza en la Bolsa de Nueva York desde el año 1990 y en la de Milán desde 2000, se eleva más y más alto, a tal punto que también adquiere a Sunglass Hut, que se encarga de hacer gafas de sol de lujo; Luego sigue la cadena OPSM y las otras 2 cadenas vinculadas a Cole y Oakley.

 

Otros logros

 

  • En 1995, Leonardo recibió un grado honorario en Administración de Empresas por la Universidad Ca 'Foscari de Venecia. 
  • 4 años después, en 1999, fue galardonado con el Master en Economía Internacional de la MIB, por la Escuela de Administración de Trieste. 
  •  En 2002 y en 2006, recibió 2 títulos honorarios por la Universidad de Udine, en Gestión de Ingeniería y por el Politécnico de Milán, en Ingeniería de Materiales.

 

Conclusión

 

En el día de hoy, la marca Luxottica está presente en prácticamente todo el mundo, apareciendo en más de 130 países.

 

De acuerdo con estadísticas de la revista Forbes, Del Vecchio sería el segundo hombre más rico de Italia y el Nº 70 en el mundo. Su valor neto estimado es de alrededor de $ 15.300 millones de US$.

 

Nada de esto hubiese sido posible si Leonardo jamás se hubiese atrevido a soñar en grande. Pero no sólo fueron sueños, ya que los mismos también fueron acompañados de grandes sacrificios.

 

Tú, ¿También estarías dispuesto a sacrificarte por tus sueños?

 

 

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Comentarios: 1
  • #1

    Iván Fernando (martes, 14 marzo 2017 16:05)

    MUY BUENA HISTORIA NO SOLAMENTE HAY QUE SOÑAR SI NO PAGAR EL PRECIO DE LOS SUEÑOS; ESTO ES EL SACRIFICIO Y LA ACTITUD PARA HACERLO REALIDAD PERSISTIR HASTA LOGRARLO; PASANDO MUCHAS VECES PRIVACIONES.